Marco Conceptual del Seminario
Un gran debate acerca del significado de la educación empresarial, y las diferentes definiciones se aplican en diferentes países y en diferentes niveles y etapas de la educación.
El pensamiento reciente ha demostrado que las definiciones en torno a la preparación de los estudiantes para el mundo de los negocios pueden poner limitaciones a los alumnos y la comunidad docente.
Una definición más amplia considera la educación empresarial como un proceso a través del cual los estudiantes adquieren una amplia gama de competencias puede aportar mayores beneficios tanto a nivel del individuo como de la sociedad ya que las competencias adquiridas se prestan a la aplicación en todos los aspectos de la vida de las personas. El espíritu empresarial en este sentido se refiere a la capacidad de la persona para transformar las ideas en actos.
Incluye la creatividad, la innovación, mostrando iniciativa y la capacidad de asumir de riesgos, así como la habilidad para planificar y gestionar proyectos con el fin de alcanzar objetivos. Esto apoya a todas las personas en su vida, en el hogar y en la sociedad, hace que los empleados sean más conscientes del contexto de su trabajo y en mejores condiciones de aprovechar las oportunidades, y proporciona una base para empresarios pueden establecer una actividad social o comercial.
La educación empresarial es, pues, acerca de la vida en todo, así como el desarrollo de competencias para toda la vida. Además de contribuir a la competitividad, la educación empresarial también ayuda a garantizar una serie de beneficios sociales positivos.
Implicaciones: un nuevo rol para los profesores
¿Qué implican estos avances de las prácticas de enseñanza y aprendizaje y por lo tanto para los docentes? El desarrollo de las competencias clave de la iniciativa empresarial no es simplemente una cuestión de la adquisición de conocimientos.
Dado que la educación empresarial se trata de desarrollar la capacidad de actuar de manera empresarial, la actitud y los comportamientos son tal vez más importante que el conocimiento acerca de cómo ejecutar un negocio.
En resumen, la educación empresarial significa el desarrollo de una cultura que es a través de, para y sobre el espíritu empresarial. Dichas competencias se adquieren mejor a través de personas liderado por la investigación y el descubrimiento que los estudiantes puedan convertir sus ideas en acción.
Son difíciles de enseñar a través de la enseñanza tradicional y prácticas de aprendizaje en la que el alumno tiende a ser un recipiente más o menos pasivo.
Requieren, métodos pedagógicos centrados en el alumno y actividades de aprendizaje que utilizan las oportunidades de aprendizaje práctico en el mundo real. Además, dado que la educación empresarial es una competencia transversal que debe estar disponible a todos los estudiantes y ser enseñado como un tema más que como una materia separada en todas las etapas y niveles de la educación.
Claramente, la implicación de estos cambios para los profesores es sustancial. No significan nada menos que una nueva función para cada profesor: el de "facilitador del aprendizaje".
Habilidades empresariales y desarrollo empresarial
Investigaciones realizadas por D. Mc Clealland, de la Universidad de Harvard, a una gran muestra de ejecutivos, profesionales y empresarios exitosos de distintos países, así como de diferentes niveles socioeconómicos, de educación y tipo de empresa, permitieron identificar patrones comunes de comportamiento en dichas personas, a pesar de las diferencias en las variables aisladas. Esto permite asegurar que esos patrones son permanentes, globales y característicos de esas personas.
1. Tiene en cuenta las tendencias mundiales de consumo, de tecnologías, de conocimiento, de gestión, etc., y planea a mediano y largo plazo para construir el futuro deseado.
2. Desarrolla la capacidad de identificar, atraer y retener a los mejores talentos humanos; logra hacer que la gente sea el factor competitivo más importante, potencializando al máximo las posibilidades de pensar, crear, actuar y sentir de las personas.
3. Orienta siempre sus iniciativas y esfuerzos en función de las necesidades y expectativas del mercado, segmentando detalladamente sus clientes y monitoreando los cambios en hábitos y motivaciones de consumo.
4. Construye y renueva de manera constante la oferta de valor para sus diferentes segmentos de clientes, con base en parámetros de calidad, innovación y diferenciación.
5. Hace gestión de la innovación, realiza cambios como parte de la vida diaria de la empresa, es flexible y desarrolla la capacidad de evolucionar permanentemente.
6. Tiene pocos niveles jerárquicos, diseña puestos de trabajo, multifuncionales y variados, la autoridad se basa en el conocimiento y en el poder referencial de los líderes y está orientada a procesos, resultados y clientes.
7. Utiliza de manera habitual y productiva las tecnologías de información y comunicación, TIC, consolidándolas como factor de productividad y visibilidad.
8. Realiza una gestión efectiva de las áreas: administrativa, financiera, contable, de costos, de inventarios, comercial, de procesos, de información, de tecnologías, de operaciones.
9. Implementa prácticas de responsabilidad social empresarial respecto a: cumplimiento de la Ley, relaciones laborales justas y estables, buen gobierno corporativo, gestión ambiental, cuidado del entorno.
10. Establece relaciones gana / gana, equitativas y en armonía con sus diferentes grupos de interés: clientes, proveedores, propietarios o accionistas, empleados, financiadores, Gobierno, comunidad
Derivado específicamente de las investigaciones, se ha logrado demostrar empíricamente que existen 10 características que se han denominado “Habilidades Empresariales”, que responden a comportamientos y prácticas, cuya vinculación al éxito empresarial ha sido comprobada.
Con base en el anterior marco se establece la siguiente propuesta técnica de Seminarios Talleres en emprendimiento
Las 10 Habilidades del emprendedor son:
1. Búsqueda de Oportunidades e Iniciativa
2. Persistencia
3. Cumplimiento
4. Exigir Eficiencia y Calidad
5. Correr riesgos calculados
6. Fijar Metas
7. Búsqueda de Información
8. Planificación Sistemática y Seguimiento
9. Persuasión y Redes de Apoyo
10. Autoconfianza e Independencia
El pensamiento reciente ha demostrado que las definiciones en torno a la preparación de los estudiantes para el mundo de los negocios pueden poner limitaciones a los alumnos y la comunidad docente.
Una definición más amplia considera la educación empresarial como un proceso a través del cual los estudiantes adquieren una amplia gama de competencias puede aportar mayores beneficios tanto a nivel del individuo como de la sociedad ya que las competencias adquiridas se prestan a la aplicación en todos los aspectos de la vida de las personas. El espíritu empresarial en este sentido se refiere a la capacidad de la persona para transformar las ideas en actos.
Incluye la creatividad, la innovación, mostrando iniciativa y la capacidad de asumir de riesgos, así como la habilidad para planificar y gestionar proyectos con el fin de alcanzar objetivos. Esto apoya a todas las personas en su vida, en el hogar y en la sociedad, hace que los empleados sean más conscientes del contexto de su trabajo y en mejores condiciones de aprovechar las oportunidades, y proporciona una base para empresarios pueden establecer una actividad social o comercial.
La educación empresarial es, pues, acerca de la vida en todo, así como el desarrollo de competencias para toda la vida. Además de contribuir a la competitividad, la educación empresarial también ayuda a garantizar una serie de beneficios sociales positivos.
Implicaciones: un nuevo rol para los profesores
¿Qué implican estos avances de las prácticas de enseñanza y aprendizaje y por lo tanto para los docentes? El desarrollo de las competencias clave de la iniciativa empresarial no es simplemente una cuestión de la adquisición de conocimientos.
Dado que la educación empresarial se trata de desarrollar la capacidad de actuar de manera empresarial, la actitud y los comportamientos son tal vez más importante que el conocimiento acerca de cómo ejecutar un negocio.
En resumen, la educación empresarial significa el desarrollo de una cultura que es a través de, para y sobre el espíritu empresarial. Dichas competencias se adquieren mejor a través de personas liderado por la investigación y el descubrimiento que los estudiantes puedan convertir sus ideas en acción.
Son difíciles de enseñar a través de la enseñanza tradicional y prácticas de aprendizaje en la que el alumno tiende a ser un recipiente más o menos pasivo.
Requieren, métodos pedagógicos centrados en el alumno y actividades de aprendizaje que utilizan las oportunidades de aprendizaje práctico en el mundo real. Además, dado que la educación empresarial es una competencia transversal que debe estar disponible a todos los estudiantes y ser enseñado como un tema más que como una materia separada en todas las etapas y niveles de la educación.
Claramente, la implicación de estos cambios para los profesores es sustancial. No significan nada menos que una nueva función para cada profesor: el de "facilitador del aprendizaje".
Habilidades empresariales y desarrollo empresarial
Investigaciones realizadas por D. Mc Clealland, de la Universidad de Harvard, a una gran muestra de ejecutivos, profesionales y empresarios exitosos de distintos países, así como de diferentes niveles socioeconómicos, de educación y tipo de empresa, permitieron identificar patrones comunes de comportamiento en dichas personas, a pesar de las diferencias en las variables aisladas. Esto permite asegurar que esos patrones son permanentes, globales y característicos de esas personas.
1. Tiene en cuenta las tendencias mundiales de consumo, de tecnologías, de conocimiento, de gestión, etc., y planea a mediano y largo plazo para construir el futuro deseado.
2. Desarrolla la capacidad de identificar, atraer y retener a los mejores talentos humanos; logra hacer que la gente sea el factor competitivo más importante, potencializando al máximo las posibilidades de pensar, crear, actuar y sentir de las personas.
3. Orienta siempre sus iniciativas y esfuerzos en función de las necesidades y expectativas del mercado, segmentando detalladamente sus clientes y monitoreando los cambios en hábitos y motivaciones de consumo.
4. Construye y renueva de manera constante la oferta de valor para sus diferentes segmentos de clientes, con base en parámetros de calidad, innovación y diferenciación.
5. Hace gestión de la innovación, realiza cambios como parte de la vida diaria de la empresa, es flexible y desarrolla la capacidad de evolucionar permanentemente.
6. Tiene pocos niveles jerárquicos, diseña puestos de trabajo, multifuncionales y variados, la autoridad se basa en el conocimiento y en el poder referencial de los líderes y está orientada a procesos, resultados y clientes.
7. Utiliza de manera habitual y productiva las tecnologías de información y comunicación, TIC, consolidándolas como factor de productividad y visibilidad.
8. Realiza una gestión efectiva de las áreas: administrativa, financiera, contable, de costos, de inventarios, comercial, de procesos, de información, de tecnologías, de operaciones.
9. Implementa prácticas de responsabilidad social empresarial respecto a: cumplimiento de la Ley, relaciones laborales justas y estables, buen gobierno corporativo, gestión ambiental, cuidado del entorno.
10. Establece relaciones gana / gana, equitativas y en armonía con sus diferentes grupos de interés: clientes, proveedores, propietarios o accionistas, empleados, financiadores, Gobierno, comunidad
Derivado específicamente de las investigaciones, se ha logrado demostrar empíricamente que existen 10 características que se han denominado “Habilidades Empresariales”, que responden a comportamientos y prácticas, cuya vinculación al éxito empresarial ha sido comprobada.
Con base en el anterior marco se establece la siguiente propuesta técnica de Seminarios Talleres en emprendimiento
Las 10 Habilidades del emprendedor son:
1. Búsqueda de Oportunidades e Iniciativa
2. Persistencia
3. Cumplimiento
4. Exigir Eficiencia y Calidad
5. Correr riesgos calculados
6. Fijar Metas
7. Búsqueda de Información
8. Planificación Sistemática y Seguimiento
9. Persuasión y Redes de Apoyo
10. Autoconfianza e Independencia